Tomorrow is the feast of Saint Juan Diego Cuauhtlatoatzin, and the ensuing days recall the events of his encounters with Mary "the Madrecita" on the way to Mexico City, culminating in a sign given for all ages, a sign that would change the history of the Western Hemisphere. Saturday is the Feast of Our Lady of Guadalupe, who remains with us today, and continues to change us.
Through this singular gift to all our peoples (and to the world), Mary's all-holy, boundless mother's heart has been bringing her Son to the poor, the sorrowful, those who are burdened, sinners, and all those "who live in this land" for 489 years. At the geographical center of "the Americas" - the middle of a varied continuous landmass and regional islands stretching from Alaska to Tierra del Fuego, with a population of more than a billion human beings - the Mother of Jesus, and of all of us, is uniquely "present" through the scientifically inexplicable "icon" she entrusted to an indigenous man (Saint Juan Diego) on December 12, 1531. She remains "with us" at Tepeyac, and every year during these days millions of people set out on pilgrimage. I don't know what restrictions there will be this year, but they will come in whatever way they can.
In these "Marian Days" let us accompany the pilgrims in our hearts (at least), let us approach Mary who will give us Jesus, and who will lead us to reconcilation with one another - our brothers and sisters in Jesus, the children of Mary.
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En Español: Recuerde, ¡la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de hoy es solo el primer día de una Fiesta Mariana Panamericana de cinco días! [Imagen: detalle de una pintura retablo de Nuestra Señora de Guadalupe, mexicana, anónima, siglo XVIII.]
Mañana es la fiesta de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, y los días siguientes rememoran los hechos de sus encuentros con María "la Madrecita" camino a la Ciudad de México, culminando con una señal para todas las edades, señal que cambiaría la historia de el hemisferio occidental. El sábado es la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, que permanece con nosotros hoy y continúa transformándonos.
A través de este don singular a todos nuestros pueblos (y al mundo), el corazón de la madre santísima e ilimitada de María ha llevado a su Hijo a los pobres, a los afligidos, a los agobiados, a los pecadores y a todos los "que viven en este tierra" durante 489 años. En el centro geográfico de "las Américas" - en medio de una variada masa continental continua e islas regionales que se extienden desde Alaska hasta Tierra del Fuego, con una población de más de mil millones de seres humanos - la Madre de Jesús, y de todos nosotros, está singularmente "presente" a través del "ícono" científicamente inexplicable que confió a un indígena (San Juan Diego) el 12 de diciembre de 1531. Permanece "con nosotros" en el Tepeyac, y cada año durante estos días millones de personas parten peregrinaje. No sé qué restricciones habrá este año, pero vendrán de cualquier forma que puedan.
En estas "Jornadas Marianas" acompañemos a los peregrinos en nuestro corazón (al menos), acerquémonos a María que nos dará a Jesús, y que nos conducirá a la reconciliación unos con otros, nuestros hermanos y hermanas en Jesús, los hijos de María.